Cuando transmitimos a nuestros hijos el hábito del ahorro no solo están aprendiendo a administrar el dinero, también empiezan a ser capaces de manejar adecuadamente sus recursos, a conocer el valor de las cosas y a diferenciar entre un capricho y aquello que de verdad quieren.

Poniendo en práctica las siguientes recomendaciones les enseñarás a tus pequeños a ser responsables y a administrar sus ingresos, y evitarás que en su vida como adultos se enfrenten a problemas económicos a causa del despilfarro y el mal uso de su dinero.

Gastos y ahorro

Los niños deben aprender estos dos conceptos. Es necesario que entiendan que algunas cosas se deben pagar mes a mes y forman parte de las necesidades básicas, y por otro lado, que hay metas que, si quieren alcanzar, deben poner en ellas todo su esfuerzo, constancia y disciplina.

Enséñales a fijarse objetivos

No es sano ni prudente que siempre les des todo lo que quieran, es importante que los ayudes y animes a obtener aquello que anhelan. Por ejemplo, si quieren un juguete, antes de salir corriendo a comprárselo, puedes proponerles que hagan un ahorro quincenal o mensual para reunir el dinero y comprarlo. Además, con esta práctica les estarás enseñando a valorar las cosas y a entender el sacrificio que implica conseguirlas.

El ejemplo

Los niños aprenden la mayoría de cosas por medio de tu ejemplo, así que deben ver en ti una persona organizada, que planifica sus gastos, que no desperdicia el dinero en gastos innecesarios, y que sabe darse un gusto sin quedar endeudada de por vida con ello.

Pon en práctica estas sencillas recomendaciones y ayúdales a tus hijos a crear hábitos sanos que les serán de gran utilidad cuando sean grandes y tengan que enfrentarse solos al manejo de su presupuesto personal.

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