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8-08

Guía angelical para perdonar

Perdonar no es sencillo porque muchas veces sentimos que al hacerlo renunciamos a nuestra dignidad o aceptamos eso que nos hizo daño. Sin embargo, el perdón no significa justificar una ofensa, sino liberar el corazón de la carga del resentimiento. Cuando elegimos perdonar, avanzamos hacia la paz interior y permitimos que la luz divina sane nuestras heridas más profundas. En este proceso, los ángeles son aliados amorosos que nos sostienen, guían y ayudan a transformar el dolor en aprendizaje.

Un acto de amor
Muchas personas creen que perdonar es un favor que se le hace al otro, pero en realidad se trata de un regalo que nos hacemos a nosotros mismos y es que al aferrarnos al dolor lo único que logramos es mantener abierta la herida que nos ata al pasado.

Los ángeles nos enseñan que el perdón es una frecuencia de amor y que cada vez que lo practicamos, elevamos nuestra vibración. En este plano todos estamos aprendiendo, así que incluso las situaciones dolorosas tienen un propósito espiritual profundo, el de hacernos más compasivos, más sabios y más fuertes.

Ángeles sanadores
En el camino del perdón, el arcángel Zadquiel es uno de los guías más poderosos. Su energía se vincula con la transmutación, el perdón y la misericordia. Él nos ayuda a disolver las emociones densas y a ver las lecciones detrás de cada experiencia. Cuando invoques su presencia, imagina una luz violeta envolviéndote, purificando tu corazón y transformando el resentimiento en comprensión.

También puedes solicitar el acompañamiento del arcángel Rafael, el sanador divino, para que repare las heridas emocionales que te impiden perdonar. Su luz verde es bálsamo para el alma y te ayuda a recordar que sanar es más importante que tener razón.

Y si el perdón que necesitas es hacia ti mismo, invoca al arcángel Chamuel, el ángel del amor incondicional. Él te recordará que eres digno de amor, incluso cuando cometes errores, porque, aunque atravieses momentos difíciles, cada paso en falso también puede ser una oportunidad para crecer.

Un nuevo camino
Cuando perdonamos, la energía vuelve a fluir. Las bendiciones que estaban bloqueadas comienzan a manifestarse, las relaciones se armonizan y, en general, la vida se siente más liviana. El perdón no borra lo ocurrido, pero transforma la manera en que lo recordamos, enseñándonos a mirar el pasado con compasión, no con dolor ni resentimiento.

Ejercicio de reconciliación desde el alma

  1. Busca un espacio tranquilo donde puedas sentarte en silencio.
  2. Cierra los ojos y conecta con tu respiración.
  3. Respira profundamente tres veces, sintiendo como el aire que entra a tu cuerpo te llena de calma.
  4. Invoca la presencia del arcángel Chamuel, del arcángel Nathaniel y del arcángel Zadquiel.
  5. Rodeado de la amorosa presencia arcangelical visualiza frente a ti la persona con quien necesites reconciliar tu vínculo. No es momento de pensar en lo sucedido, solo obsérvala con amor.
  6. Imagina que tu corazón y el de esa persona están conectados por un hilo de luz dorada. Permite que su brillo disuelva cualquier carga o resentimiento.
  7. Desde el alma susurra: “Hoy te veo, te reconozco, me reconozco en ti, somos iguales, te libero, no hay nada de mí en ti, no hay nada de ti en mí, nos dejo en paz. An´Anasha, An´Anasha, An´Anasha. Gracias, gracias, gracias.”
  8. Respira profundo tres veces más, sonríe desde lo más profundo de tu ser y cuando te sientas lista, abre tus ojos lentamente y regresa al aquí y al ahora.

 Permanece unos minutos en silencio, permitiendo que la energía angelical envuelva todo en una brillante luz blanca que te llena de paz. Siente cómo tu corazón se hace más ligero y la claridad llena todo tu ser.

 Ejercicio canalizado por Andrea del Pilar Bejarano Blanco, psicóloga, Maestra reiki y terapeuta cuántica angelical. IG: @amorconalascolombia

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