6 RECETAS QUE PUEDES PREPARAR CON BAJO PRESUPUESTO

Comer bien y delicioso no necesariamente tiene que ser costoso. Puedes preparar platos exquisitos con ingredientes que por lo general tienes en la nevera y que no cuestan demasiado. Así que ¡a cocinar!

Crema de tomate

Es una receta fantástica para días de lluvia. Para darle más textura y mejorar su presentación puedes servirla con unos crutones o trozos de pan tostado, albahaca picada y queso parmesano rallado.

Rollitos de lechuga

Prepara un rico relleno con carne, pollo, atún enlatado o huevo, lo que tengas a mano, y coloca un poco sobre cada hoja de lechuga. Luego enrolla y sirve. Una delicia que, además, es muy saludable.

Papas horneadas

Prepara las papas de la manera habitual y luego disponlas sobre una bandeja apta para hornear. Realiza algunos cortes en la superficie de las papas y pon un poco de mantequilla y queso rallado. Más fácil y económico, ¡imposible!

Espagueti en salsa

Este ingrediente es tan versátil que puedes imaginar la combinación que quieras y cualquiera quedará bien. El secreto está en hacer una rica salsa que puedes elaborar con ingredientes básicos como tomate y cebolla.

Vegetales asados

También puedes hacerlos salteados. Utiliza zucchini, brócoli, zanahoria, tomate, pimentón y champiñones, córtalos al gusto y rocíalos con un chorrito de aceite y un poco de sal.

Sopa de lentejas

Un ingrediente económico, delicioso y de mucho alimento. Si el presupuesto te lo permite puedes agregarle trozos de carne, salchichas o carne molida.

MANUALIDADES PARA UNA PERSONA CON DEMENCIA SENIL

La estimulación constante en una persona con demencia senil es vital porque la ayuda a mantenerse en contacto con su entorno, mejora su autoestima, y la conserva positiva y con buen ánimo.

Si tienes un familiar o conocido que sufra de esta enfermedad, las siguientes manualidades son herramientas perfectas para mejorar sus procesos cognitivos y compartir tiempo de calidad.

Plastilina o arcilla. Moldear con cualquiera de estos materiales es una actividad que estimula los sentidos y despierta la creatividad. Además es una distracción bastante segura, pues no hay herramientas con las que se puedan lastimar.  

Pintar. Esta manualidad resulta muy entretenida con témperas, acuarelas o vinilos. Puedes disponer una lámina con un dibujo guía o simplemente dejar que la persona pinte lo que quiera y utilizar esta actividad como medio de expresión.

Recortar fotos de revistas. Puedes dar una indicación como: “vamos a recortar todo lo que sea azul” o “busquemos imágenes de niños”; utiliza estos recortes para crear juntos un collage.

Jardinería. Cuidar las plantas, rociarlas, ponerles abono, cortar las hojas secas, en fin. Esta es una labor ideal para ayudar a los pacientes a mantenerse conectados con la realidad. Si bien los procesos de demencia senil no se pueden detener, sí es posible mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen dedicándoles tiempo, atención y, sobre todo, amor.

¿CÓMO CREAR EL HÁBITO DE HACER EJERCICIO Y NO FALLAR EN EL INTENTO?

¿Cuántas veces has pagado la membresía de un gimnasio? ¿Cuántas veces has puesto la alarma para madrugar y salir a caminar? Seguramente muchas, pero todo el esfuerzo queda ahí, en un intento. Es hora de crear ese hábito tan importante y necesario para estar, verte y sentirte mejor. 

Lo primero y más importante es establecer qué tipo de ejercicio quieres, cuál te gusta más. Bailar, trotar, pilates, nadar, ir al gimnasio. Elige algo que realmente te guste, esto es fundamental para no desistir.

Una vez que decidas cuál ejercicio quieres practicar, empieza por rutinas sencillas y realistas con tu estado físico. Por ejemplo, si quieres correr no pretendas empezar con un maratón, porque tu cuerpo no está en condiciones para hacerlo y además te llenarás de frustración. Comienza con poco y ve aumentando el nivel.

Utiliza recordatorios: en el celular, escribe en un papel, una nota en tu agenda, en fin, algo que realmente te sirva para recordar y también para generar un poco de presión.

¡Prémiate! La recompensa al final de una jornada de ejercicio puede ayudarte a estar más motivada y a continuar con tu rutina. Un rico masaje, un baño relajante o una taza de café pueden ser buenas recompensas.  

Algo que no debes perder de vista es que haces ejercicio para ti, para estar bien y sentirte bien. No se trata solo de hacer ejercicio para tener un cuerpo atlético, se trata de sentirte más vital y llena de energía.