4 TÉCNICAS JAPONESAS PARA CALMAR LA MENTE Y LIBERARTE DEL RUIDO MENTAL

¿Alguna vez has sentido que tus pensamientos van más rápido que un tren bala? ¡Tranquilo! No estás solo, les pasa a millones de personas alrededor del mundo y es que, vivimos en una era de sobre pensamiento, en la que el descanso, incluso, el mental, es considerado un lujo… sin embargo, no tiene que ser así, pues no hay nada de sano en ello.

Estas cuatro técnicas japonesas milenarias te ayudarán a calmar tus ideas, controlar la velocidad de tus pensamientos y darle la bienvenida a la paz mental.

4 técnicas japonesas para calmar la mente y vivir con más serenidad

1. Wabi-Sabi: La belleza de lo imperfecto

¡Alerta de spoiler! No tienes que tener la vida resuelta para ser feliz y estar en paz.
Wabi-Sabi es una filosofía japonesa que celebra la imperfección, la simplicidad y el paso natural del tiempo.
¿Cómo sana tu mente?
* No pelees con tus pensamientos, acéptalos sin juzgarlos.
* Reconoce que eres humano y que no tienes que ser perfecto para sentirte pleno.
* Disfruta lo que tienes, aunque a veces parezca que todo es un caos.
* Ten compasión contigo mismo… y con aquellos que te rodean. No sabemos las batallas que luchan los demás.

“Nada es eterno, nada está completo y nada es perfecto. Y está bien así.” – Wabi-Sabi 101.


2. Shinrin-Yoku: Un baño de bosque
Se trata de una práctica japonesa que significa literalmente “baño de bosque” y consiste en sumergirte en la naturaleza, durante al menos 30 minutos, respirando profundamente y conectando con todos los sentidos. Esta práctica te ayuda a reducir el estrés, mejora tu ánimo, permite que tengas un sueño reparador y favorece la creatividad.

Receta rápida
* Pasea tranquilamente por un parque o jardín.
* Puedes escuchar música suave o simplemente disfrutar del canto de los pájaros o del sonido de la naturaleza.
* Respira profundo y disfruta de los aromas.
* Camina lento, sin rumbo y sin prisa.

3. Muga: Sé el dueño de tus pensamientos (no su esclavo)

¿Pensamientos intrusivos? ¿Emociones desbordadas? Es momento de establecer límites, es por eso que esta técnica te invita a distinguir claramente entre lo que piensas y lo que sientes, evitando generar un conflicto mental.

¿Cómo sana tu mente?
* Pon límites claros: Repítete frases motivacionales como, por ejemplo: “Este pensamiento no me define”.
* Enfócate en lo que estás haciendo ahora mismo.
* Deja de cargar con los problemas de los demás o con sus opiniones. No eres una maleta emocional.


4. Zazen: El arte de no hacer nada (¡en serio!)
Se trata de la práctica zen de la meditación. No necesitas incienso ni campanitas, solo un lugar cómodo y 5 minutos de tu día, en los que priorices la atención plena y la observación sin juicio a los pensamientos.

Receta rápida
1. Siéntate con la espalda recta.
2. Cierra los ojos o mira un punto fijo.
3. Siente cómo el aire entra y sale de tu cuerpo.
4. En el proceso ¿se filtró un pensamiento tóxico? ¡No lo ignores! Solo obsérvalo y aléjate con calma, enfocándote en la respiración.

Cerrar la puerta al exceso de pensamientos no es cuestión de apagar un interruptor, sino de aprender a convivir con el ruido interno sin que te domine. Estas técnicas japonesas nos enseñan a vivir con más presencia, humildad y aceptación, asumiendo la vida como lo que es, sin presiones extras. No necesitas grandes cambios ni viajes costosos para comenzar: solo darte permiso para pausar, respirar y reconectar con lo esencial.

La mente no debe estar ocupada todo el tiempo; también necesita espacio para descansar, crear y simplemente ser. Implementar estas prácticas en tu cotidianidad puede ser el primer paso hacia una vida más serena y auténtica. Al final, no se trata de tener menos pensamientos, sino de hacer las paces con ellos.

SHINRIN-YOKU: EL PODER SANADOR DE LA NATURALEZA

El Shinrin-yoku o «baño de bosque» es una invitación a volver a lo esencial, a encontrar la paz en la simplicidad y a redescubrir el placer de estar presentes.

Nadie duda que caminar descalzo sobre el prado sea beneficioso, o que la naturaleza sea un maravilloso escape para la mente y el cuerpo, a raíz de ello, hace algunos años, se puso de moda la Arboterapia, un recurso que invita a abrazar árboles, pues se le considera una excelente terapia que ayuda a reducir dolores, a controlar la presión arterial, la ansiedad, el estrés y el insomnio entre otros padecimientos.

Pues bien, ahora se ha dado a conocer una opción mucho más intensa, el Shinrin-yoku, practicado desde hace décadas en Japón, pero que ha ganado popularidad en los últimos años en occidente. Este concepto va mucho más allá del hecho de caminar por senderos con árboles; se trata de una inmersión sensorial en la naturaleza, promoviendo con ello la salud física y mental del individuo.

Shinrin-yoku ¿De qué se trata?

El término Shinrin-yoku fue acuñado en la década de 1980 por el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón como una forma de fomentar la salud y el bienestar a través de la conexión con la naturaleza. La idea es simple: pasar tiempo en el bosque, dejando que los sentidos absorban todo lo que el entorno tiene para ofrecer, desde los suaves sonidos de las hojas moviéndose con el viento, hasta el aroma fresco de los árboles y la tierra.

100% Benéfico

Numerosos estudios han demostrado que los baños de bosque pueden tener un impacto profundo en nuestra salud:

  1. Reducen el estrés: El simple hecho de estar en medio de un entorno natural disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Un entorno tranquilo y sereno, aire fresco y los sonidos del bosque se convierten en el mejor relajante natural, ese que ayuda a tu mente a liberarse de tensiones.
  2. Fortalecen el sistema inmunológico: Algunos estudios sugieren que pasar tiempo en la naturaleza puede aumentar la actividad de las células NK (células asesinas naturales, o Natural Killer, por sus iniciales en ingles), que son células inmunitarias esenciales en la lucha contra infecciones y enfermedades, de esa manera, tu cuerpo potencia sus defensas, ayudándote a controlar todo tipo de patologías.
  3. Mejoran el estado de ánimo: La exposición al aire libre y al entorno natural se asocia con una mayor producción de serotonina, lo que mejora el estado de ánimo y reduce los síntomas de depresión y ansiedad, favoreciendo los pensamientos positivos, así como la posibilidad de afrontar las dificultades desde diferentes ópticas, lo que se traduce en facilidad para hallar respuestas a situaciones que te apremian.
  4. Potencian la creatividad: Cuando te alejas de los entornos urbanos y te desconectas de pantallas y de la tecnología en general, permites que la mente descanse y se recargue, lo que favorece la creatividad y el enfoque al momento de retomar tus actividades diarias.

¡Ponlo en práctica!

La pregunta que surge entonces es ¿y que pasa si no vivo cerca de un bosque, sino en medio de una gran ciudad? Pues bien, disfrutar de los beneficios del Shinrin-yoku es posible siguiendo estas recomendaciones que facilitan que conviertas esta técnica en parte de tu cotidianidad:

Busca un parque cercano, una zona verde bien cuidada, que incluso puede quedar dentro del conjunto de apartamentos en el que vives, la ronda de un rio, el Jardín Botánico de tu ciudad o cualquier lugar en donde predomine la naturaleza. No necesariamente debe ser un lugar extenso, pero si, tranquilo.

* Desconéctate: Apaga tu teléfono y cualquier dispositivo electrónico antes de adentrarte en el lugar. La idea es estar presente en el aquí y el ahora, sin distracciones, de esa manera alejas tu mente de las preocupaciones.
* Activa tus sentidos: Mientras caminas, tómate un momento para cerrar los ojos y escuchar los sonidos a tu alrededor. Inhala profundamente y percibe los diferentes aromas. Siente y disfruta la corteza de un árbol, los increíbles y coloridos diseños de las flores o la textura del pasto.
* Tómatelo con calma. No se trata de una salida para ejercitarte o cumplir con una meta de pasos. Camina despacio, sin un destino específico en mente. Permítete simplemente ser, respirar y sentir.
* Medita en medio de la naturaleza: Si te sientes cómodo, puedes detenerte en un lugar que te atraiga y practicar una breve meditación, enfocándote en tu respiración y en el entorno que te rodea.

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