Es cierto que nadie debe tocar tus cuarzos pues absorben la energía de quien los manipula, pero también es verdad que tú los puedes cargar de energía negativa, por ejemplo, cuando tuviste un día especialmente complicado, de allí la importancia de limpiarlos cada cierto tiempo.
Los expertos aseguran que cuando un cristal no se limpia con regularidad se siente pesado y te puede resultar incómodo llevarlo puesto. A continuación, las mejores formas de limpiarlos y cargarlos energéticamente.
Limpiarlos
– Agua. Lava el cristal dejando que el agua de la llave (no debe usarse nunca agua caliente puede debilitar su estructura) corra sobre ellos por un minuto, luego ponlos al sol para que se sequen.
Ten presente que no todos los cristales se deben limpiar con agua, algunos por su composición pueden partirse, debilitarse o perder su color, siempre pregunta por su composición para poder manipularlos de manera adecuada.
– Arroz. Llena un tazón de porcelana con arroz y entierra tus cuarzos, déjalos por 24 horas. Pasado este tiempo, sácalos y límpialos con un paño de algodón. Desecha el arroz, pero no en la caneca, mejor arrójalo al jardín o en una matera.
– Incienso. Pon el cristal cerca de una varita de incienso de salvia, de cedro o de sándalo. Tómalo con el dedo índice y el pulgar y hazlo girar muy despacio para que el humo impregne todo el cristal.
– Pétalos de flores. Llena un tazón de porcelana con pétalos de las flores que prefieras, elige solo un tipo (rosas, claveles o pompones), si quieres usar varias deben ser del mismo color. Entierra allí el cuarzo y déjalo por 24 horas. Pasado este tiempo, sácalo y límpialo con un paño de algodón. Desecha los pétalos, pero no en la caneca, mejor arrójalos al jardín o en una matera.
– Sal marina. Entierra el cristal durante 24 horas en un recipiente con sal marina seca. No se recomienda que sea agua con sal ya que puede dañar algunos cristales.
– Tierra. Entierra el cristal cerca de un árbol y déjalo allí tres días y tres noches, luego debes lavarlos o limpiarlos.
– Visualización. Toma aire profundamente y bótalo por la boca soplando sobre el cristal, mientras imaginas que se eliminas cualquier energía negativa. Repite el ejercicio tres veces.
Para cargarlos
– Luna. Para los cristales usados para la relajación, la meditación o para practicar yoga es muy recomendado este método. Solo debes dejarlos toda la noche expuestos a luz de la Luna, ideal que esté llena.
– Otros cristales. Puedes poner el cristal sobre un bloque de cuarzo o de amatistas o rodearlo de cuarzos y dejarlo toda la noche.
– Sol. Exponer la piedra a los rayos directos del sol, por unos 15 o 30 minutos, preferiblemente que sea en las horas de la mañana, es otro método muy efectivo.
– Sonido. Las vibraciones de una campana, de un gong o de un diapasón (barra metálica en forma de U) pueden cargar energéticamente los cristales.
Gemas, piedras preciosas, cuarzos, ¿cómo diferenciarlas?
Lo primero que debemos tener claro es que si bien la palabra gema, se usa como nombre genérico para nombrar a las piedras preciosas, las semipreciosas, los cuarzos, y es válido usarlo en algunos casos, si queremos utilizarla de acuerdo al significado exacto, solo deberíamos emplearla para referirnos a las piedras preciosas. De acuerdo con los expertos la esmeralda, el diamante, el zafiro azul y el rubí son las únicas piedras que deben ser consideradas como gemas preciosas por su belleza, dureza o escasez. Veamos al detalle cada una de estas características:
Belleza. Aunque es un concepto relativo y que puede cambiar con el tiempo o estar a merced de la industria de la moda, existen ciertas propiedades ópticas que siempre deben tener, entre ellas están color, brillo, transparencia y refracción y dispersión de la luz.
Durabilidad. Es la capacidad de resistir al paso del tiempo sin daños mayores. El diamante, el rubí y el zafiro azul son las piedras preciosas de mayor dureza.
Escasez o rareza. Como no son muy comunes en la naturaleza, esto las hace más especiales y exclusivas.
Ahora es el turno para hablar de las piedras semipreciosas. Aunque también se destacan por su dureza y belleza, no son tan escasas en la naturaleza, esto hace que no sean tan valoradas. Existen más de 130 tipos de piedras que son catalogadas como semipreciosas; algunas se formaron a partir de un mineral o de un grupo de ellos, otras de restos de fósiles (pueden ser vegetales como el ámbar) o son de origen natural como la perla.
Por último, vamos a referirnos a los cuarzos, si bien es una piedra semipreciosa, decidimos dedicarle un espacio aparte por el gran significado que tiene en el mundo de las terapias alternativas. Para comenzar este es uno de los cristales más comunes en la tierra y del que se presenta mayor número de variedades. Están compuestos por sílice, es decir, una combinación de agua y arena que, después de miles de años, se convirtieron en un cristal. De su dureza y gama de colores depende mucho que sean empleadas con mayor o menor frecuencia tanto en tratamientos energéticos como en joyería. Algunos de los cuarzos más conocidos son el transparente, la amatista, el rosado, la turmalina y el ágata.
¿Lo sabías?
– Los cristales nuevos deben limpiarse antes de ser utilizados para restablecer su pureza y para eliminar la energía de las otras personas que los hayan manipulado.
– Los cuarzos y demás cristales se deben guardar en empaques que impidan que entren en contacto con las energías negativas del ambiente, una caja de madera o cerámica o en una bolsa de lino o algodón, son las más recomendadas.
– Solo debes usar uno o dos cristales a la vez, excederse en la cantidad crea numerosas energías que no pueden ser canalizadas correctamente.
– Nunca dejes las piedras al alcance de los niños o donde pueda verlas tu mascota, sus colores vivos las hacen muy llamativas y pueden ingerirlas accidentalmente.
– Aunque no creas en su poder, los cristales funcionan, solo es cuestión de mantener la mente abierta.
– Si quieres llevar la piedra en un collar ten presente que la longitud determina el chakra con el que se conectará y si lo usas en un anillo, estimulará los meridianos (canales por donde circula la energía por nuestro cuerpo), según el dedo donde lo utilices.
– Con las gemas se preparan bebidas vibracionales, las cuales se hacen colocando un trozo de la piedra en una jarra de vidrio llena de agua, que luego se expone a la luz solar. No te aconsejamos que acudas a este remedio a menos que conozcas muy bien las propiedades de la piedra que vas a usar, pues algunas son tóxicas.
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